Escucho historias de la vida, escucho la vida de las historias.
Leo la poesía en los ojos de los narradores, y siento convertirme en su protagonista.
Oigo a los protagonistas, y quiero ser narrador de lo que sus ojos recitan.
Suturo corazones que sangran por sus heridas, abro heridas en corazones que lo necesitan.
Lindisimo post
ResponderEliminarMe encanto
La tan sola idea de escuchar y ayudar a otros me hace reflexionar sobre mi vida
Muchísimas gracias, Hilario. A mí también me pareció una historia linda para retratarse.
EliminarCreo, que despues de contar su historia, la persona querrá algún consejo, entonces, eso, los consejos si los cobra y seguro que muy caros
ResponderEliminar¡Jajajajaja! Entonces se pierde la magia. Quedémonos con lo hermoso, que es escuchar porque sí.
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