He escuchado al aire susurrante, y creí que era el timbre de tu voz llamándome.
He olido al aire al traer primaverales fragancias, y creí que era el perfume de tu piel recién duchada.
He sentido al aire despeinarme, y creí que eran tus manos acariciándome.
He paladeado al aire cuando mi boca exhalaba, y creía que eran tus labios que me besaban.
He visto al aire mover las sábanas, y creí que eran tus deseos buscándome.
He comprendido que necesito respirar el aire tanto como sentirte, mi amada.