Yo no creo en esas estupideces de las supersticiones. Cuentos chinos promovidos por la ignorancia popular.
Creo que el miedo siempre ha servido para 'adiestrar' al hombre, y basta que la causalidad de los acontecimientos se fechen para que la estupidez humana convierta la normalidad en excepción.
Así somos. Mucho hablar de racionalidad y de no creer, pero cuando el avión cae hasta el ateo reza.
¡Pues yo no me creo nada acerca de las supercherías! ¿Y saben porqué? Porque eso da mala suerte.