jueves, 19 de noviembre de 2015

Campanas de mi barrio


¿No las escuchas? ¿¡En serio!? ¿No te llaman?

Suenan como algarada. Como a reunión de chiquillos con sus juegos en aquella plaza.

Repican con alegría. Voltean como como late el corazón de una enamorada.

Hablan. Contando las historias de cada día. ¡Cuidado, que hay ropa tendida!

Maravillas de bronce fundidas. Pregoneras al viento. Poesía sin papel. Vecinas de toda la vida. 

Palco de piedra, enseña de mi barrio. Que como tus campanas, en ningún rincón he escuchado.